miércoles, 3 de octubre de 2007

Experiencias sensoriales



Mi afición musical ha tenido la culpa de tener que visitar al fisioterapeuta. He sufrido doble tendinitis: del abductor derecho y del tendón opuesto que recorre el glúteo derecho hasta la cadera. Ello conlleva de momento 10 sesiones de “magreo” de manos de un joven musculoso.

Aunque en muchos momentos es un manoseo doloroso, en otros es cierto que también se torna agradable, relajante. Y es aquí y en este punto donde nuestro cuerpo y mente empieza a confundirse y comportarse de manera contradictoria. ¿ por qué me tenso como respuesta cuando las manos del fisio dan un mensaje relajante? ¿es porque sus manos están en mi ingle y no me fio a pesar de no demostrar ningún comportamiento “raro”?¿o porque si me relajo él pueda pensar que soy “rarito”? ¿ y si el fisio fuera una mujer? ¿ me excitaría o me tensaría si tocase mi ingle? ¿por qué no consigo relajarme cuando me masajea el glúteo derecho? Aquí hay mucha tensión.- me dice-. Mucha tensión, mucha tensión….. que me estás tocando el culo coño.


El contacto, el masaje, como sensación física es objetivamente agradable. Mis prejuicios y tapujos afloran de manera involuntaria. Cuanta carga emocional y educacional llevamos dentro. Ni siguiera lo que pienso con objetividad soy capaz de trasladarlo con normalidad al campo de lo sensorial.

Bueno, bueno, ¡qué lucha!, ¡qué dilema no! Tanto escándalo porque un tío te ha masajeado el culo piel contra piel…..

De todo esto sólo hay una consecuencia posible : por mi salud tanto mental como física, preferiría que el fisio fuese mujer….¡je, je! ¿vosotros qué pensáis? ¿y vosotras?
Nota: Chicos, esta monada aunque no lo creáis es fisioterapeuta. ¿comprendéis ahora por qué prefiero a una mujer?

martes, 7 de agosto de 2007

Tanto esfuerzo para qué

Emulando a Hal 9000, tengo arrebatos de reflexiones. Después de bastante tiempo sin ninguna entrada nueva, ayer me llegó la inspiración. Tumbado al sol, sin nada que hacer, contemplando los bañistas a mi alrededor, observé concretamente el comportamiento de un grupo de ellos. Todos, menos uno que parecía la oveja negra del grupo, con sus cuerpos moldeados a costa de horas y horas en el ginmasio, se exhibían en un continuo ir y venir. Alguno no tomaba el sol acostado en su toalla, sino de pie, para que todos los vecinos disfrutaran de su presencia. La oveja negra, permanecia boca abajo en su toalla intentando ocultar su barriguita cervecera como la mía, como si evitara compararse.


Y digo yo, tanto esfuerzo ¿para qué?. De verdad que me quiero desprender de la envidia que pudieran despertar..... pero, ¿para qué?. Para que un vecino desocupado de playa como yo los critique..... para que durante dos segundos la gente nos volvamos a mirarlos asombrados. !Qué inútil! ¿no?. El deporte extremo del culturismo es un poco repelente. Bueno, con ánimo de ser tolerante, diré que al menos a mí no me gusta.....


Sin embargo, al momento mi razón me decía que ese esfuerzo sin sentido para mí , sería gratificante para quien lo realiza. Por ejemplo, compáralo con algo que a ti te gusta y que te merece la pena realizar esfuerzos. Y me dije: Claro, ahora lo comprendo. ¡Eh! un momento. Hay alguna diferencia.






Modelar el cuerpo hasta el extremo es un poco como cultivar en exceso el ego. Es como hacer el amor con uno mismo en lugar de con la pareja ( siempre que ella quisiera claro). Todos los deportistas lucen músculos como consecuencia de la práctica de un deporte. Este en general promulga valores positivos y centran su atención en superar una marca, ganar un partido, el contacto con la naturaleza......., pero el músculo por el músculo....., no sé, no termino de comprenderlo.

Del mismo modo podríamos hablar de los concursos de Misses, que llevados al extremo provoca problemas de alimentación en sus concursantes.

Reconozco que posiblemente todos los que realizamos actividades de otro tipo buscamos en el fondo cierto reconocimiento, pero en ningún caso se trata de tanto egoismo.






En cualquier caso, insisto, respeto a quien lo practica. Sin embargo, y puestos a elegir , me sigo identificando con el mundo de los líquidos, el de la barriguita cervecera....

miércoles, 11 de julio de 2007

El corazón de la tierra

Reconocer lugares vividos, la sensación de que todo ocurre por un motivo, que los círculos se cierran y que las historias inacabadas, separadas en un punto, vuelven a encontrarse. No es que no lo hubiera encontrado en libros anteriores, pero sí es la primera vez que se mezclan en una misma novela.

Con algunos tintes que recuerdan el realismo mágico sudamericano de “Cien años de soledad” y su sensación de plenitud, de conclusión, de que ni comienza antes la historia y que con su final todo concluye, su autor, Juan Cobos Wilkins, nos narra desde la serenidad de los hechos pasados, asumidos, aceptados y comprendidos, los sucesos acaecidos en la localidad minera de Riotinto y conocidos como “el año de los tiros”. El encuentro de la nieta del médico de la Riotinto Company Limeted John Francis White y Blanca Bosco sirve de excusa, de punto de encuentro, para indagar en aquel recuerdo de la niña (Blanca Bosco) que con ojos inocentes fue testigo de la represión de la cuenca minera que se rebelaba para acabar con las teleras, inmensas piras de mineral al aire libre que como ángeles del mismísimo Lucifer diezmaban las tierras de la propia cuenca. La nieta, huyendo de su realidad más inmediata, insiste en conocer a aquella niña protagonista de sus cuentos, para descubrir que esa experiencia se transformará en su propio bálsamo. Un paréntesis, un viaje a su pasado onírico que le permitirá continuar con su pesado presente.

La historia se deshilacha a ritmo cadencioso alcanzando sus flecos hasta nuestros días, convirtiéndose así en origen y motivo de acciones presentes, enlazándonos emocionalmente. Su autor, imagino que con el fin de la inmortalidad, juega a dejar firmas ocultas con sus personajes. Como padre mismo de las criaturas y ellas, a su vez, hermanas entre sí. Así, la niña Blanca se vincula al médico y a su nieta (White), condicionando su historia; su primer apellido (Bosco) es el mismo del autor cambiando el orden de sus sílabas; su segundo apellido, Alange, esconde el significado de su sobrenombre en la infancia ( Angela = Hada); el pseudónimo de Blanca como escritora, Jacobo Gil es una cacofonía del nombre del autor; su nombre de pila (el del autor), Juan, sinónimo de John, John Francis White; Juan Wilkins es, a modo de albacea, el remitente de la última carta de Blanca.

Trenzando realidad y ficción, autor y obra, obra y autor, emociona e implica al lector, de tal manera que él mismo, yo mismo, ya formo parte de la novela. El lugar donde vivo, que me vio nacer, es de origen inglés, se construyeron las primeras casas de salud de la Riotinto Company Limited a principios del siglo XX, mi nombre de pila homónimo del autor……. y como colofón, hasta el nombre de este blog está presente en los principales hechos de la novela….. El círculo se completa.


viernes, 6 de julio de 2007

Taranis II

Cargado con el delito de contrabando, el casco de acero del viejo velero esperaba su rescate. Un enamorado del reino de Neptuno acudió a su encuentro, permitiendo que no acabara como un pecio cualquiera o como un costillar oxidado en un almacén de la policía de aduanas. Renovado varias veces con cariño, actualmente presenta este aspecto. De origen chileno pero actualizado a las exigencias náuticas y europeas, se convirtió en el cicerone de algunos jauleros hace ahora aproximadamente un año.

¡Qué estupendo viaje!... Para algunos con multa incluida, aunque sin sanción económica.

No podía faltar este recuerdo en estas páginas. Calentamos motores e intentaremos repetir la historia. Ya sé que las jauleras más desinhibidas recuerdan a su capitán, y los jauleros de agua dulce nunca olvidarán la cornamusa.

Refrescante, ecológico….. Si la suerte nos acompañara no renunciaríamos a un paseo escoltado de delfines o incluso un baño entre ellos, un atardecer en el paraje natural Marismas del Odiel con una caipiriña de compañera.

En fin, no es mi intención daros envidia. En estos días de calor sofocante incluso aquí junto al mar, me refresco en el recuerdo de los buenos momentos compartidos… ¡ Joé qué caló!





Nota: Con especial dedicación a las jauleras, una fotillo de nuestro capitán Combes en un viaje por Venezuela. Sé que me lo agradeceréis.

martes, 3 de julio de 2007

Atrévete

Melódica pero convincente. Así la recuerdo. No era una orden, más bien una invitación. Dirigida a mí, también al resto del grupo, pero sobre todo a mí.

De las acciones nacen los progresos, también los fracasos, pero de la inmovilidad no hay secuela.

Traigo a estas líneas el recuerdo de aquel curso de desarrollo para directivos que gracias a la brujita muchos jauleros disfrutamos (gracias Tere). ¿ Cambiar?. ¿ A mi edad?

Lo habéis conseguido, sí. Es posible. Un poquito al menos. Conceder un préstamo hipotecario ante 700 profesionales, intentar coordinar una convención de 4 horas, un “papelito” en el camera café de la minicadena, caracterizar al primo de Tom Jones en versión española y, esto lo dejo a conciencia para el final, las conversaciones de “la veneno” y su pareja.

Y como consecuencia el blog.

El tiempo pone las cosas en su lugar. También en el sentido meteorológico. Al abrigo de un sol intenso, bañado de arena y mar…. abundante y amiga…. reparadora y cálida. Donde se desfatiga el alma y vacían las heridas…. la umbría.

No lo imagino de otro modo. A veces, el paraíso no está tan lejos…………